“Son aspectos que deberíamos cambiar, concientizarnos que si nuestra diversión está haciendo mal a alguien tendríamos que modificar ese hábito porque hay otras maneras de divertirnos”
Las familias de Chivilcoy, con Trastorno del Espectro Autista, nucleadas en la red federal de familias TEA, en nuestra ciudad formando parte de la organización denominada ‘Azul a su lado’, realizaron una campaña de concientización con experiencia sonora para que las y los participantes se pongan en el lugar de las personas ‘que sufren con los estruendos de la pirotecnia’.
Asimismo, lamentaron “profundamente la cantidad de quejas que hemos recibido a través de diferentes canales y las denuncias realizadas en relación con el uso de fuegos artificiales de alto impacto sonoro durante las vísperas de Navidad”.
En tal sentido, solicitaron “de manera inmediata a las autoridades responsables que tomen las medidas necesarias para evitar que esta situación se repita en las celebraciones de Año Nuevo”.
En tal sentido, Luciano Dicroce, uno de los padres integrantes de ‘Azul a su lado’, expresó en Radio del Centro: “Todo lo relacionado a pirotecnia y el ruido, mucha gente lo disfruta y al no saber o por mala información desconoce que muchas otras personas sufren de una manera muy trágica. Si bien ocurre todo el año porque nos encontramos con diferentes acontecimientos donde también utilizan pirotecnia y efectos sonoros audibles de alto impacto en las fiestas ocurre la particularidad que todas las personas queremos estar bien y felices siendo muy difícil transitar por esos momentos”.
“En acontecimientos deportivos como asimismo en fiestas privadas entendemos las costumbres irán cambiando en cuanto a la utilización de pirotecnia y es gratificante observar como año tras año la concientización es mayor donde los más chicos actualmente son más críticos en relación a algunas prácticas que los adultos llevamos a cabo”, consideró.
A continuación, Dicroce se refirió a las legislaciones vigentes tanto provincial como municipal en cuanto a la pirotecnia: “Las familias, en su momento, nos pusimos éstas banderas porque la movida de no utilizar pirotecnia sonora o audible comenzó por las mascotas hasta poner de manifiesto que para el autismo también era una cuestión muy compleja y a partir de las familias tuvimos un encuentro con las distintas asociaciones, comerciantes, fabricantes. Una vez reunidos, explicamos la temática donde las empresas se pusieron a disposición y merced a ello, en la provincia de Buenos Aires tenemos la Ley 15.406 que regula todo lo que es artefacto de alto impacto sonoro. Se trata de una ley relativamente nueva porque recién se reglamentó el año anterior y está en camino de su aplicación.
En Chivilcoy, tenemos la ordenanza que es la 8.356 que regula a nivel municipal, así que desde el ámbito legislativo se encuentra contemplado, ahora nos faltaría un poco de concientización social para conseguir cambios culturales que son muy necesarios.
Esperemos que con el paso de los años haya una decisión política donde no tengamos que salir a explicar lo que pasa y se tome una decisión viable que sea la no fabricación y no comercialización de éstos elementos porque nos ocurre con Cienfuegos que tienen una determinada conciencia debido a que cumplen con la Ley y Ordenanza Municipal pero se torna más difícil empezar a regular aquello que se compra por otras vías debido a que ingresando a Mercado Libre puede comprar una bomba de estruendo que le llegará mañana mismo al comprador en su domicilio. Si la fabricación no existiría y si nos pondríamos realmente firmes tanto en controlar como en denunciar éstas cuestiones que menciono no sucederían”.
Acerca de la denuncia, Dicroce subrayó: “es una herramienta más aunque cuesta utilizarla porque en definitiva hay que denunciar seguramente a un vecino y cuando la autoridad llega, el momento ya pasó porque los ruidos son tan esporádicos con un estruendo que dura algunos minutos. Difundimos que se llame al 911 ante cualquier situación pero lo más importante es la prevención debido a que es muy complicado cuando ya las familias se encuentran en un estado de estrés, de cuestiones que atraviesan los chicos y es irremediable. Son situaciones que tratamos de controlar y es básicamente a aquello que se aboca una familia, por eso difícilmente tenga tiempo de hacer un llamado para denunciar a quien se encuentra arrojando pirotecnia debido a que está tratando de contener a su ser querido ante un momento tan incómodo que atraviesa”.
Seguidamente, se expresó con respecto a las problemáticas que atraviesan las personas neurodiversas a partir de los ruidos ocasiones por la pirotecnia: “Los chicos y chicas que tienen el trastorno del espectro autista, en la mayoría de los casos, sufren hipersensibilidad auditiva o hipo sensibilidad auditiva y les sucede no poder controlar la situación de los estruendos al desconocer por qué empezaron y cuándo van a terminar, entonces psicológicamente se hace muy difícil de controlar porque sienten un gran dolor, sienten miedo y empiezan las crisis de gritos o de llantos, los más pequeños se tapan los oídos de manera desesperada. Si la complejidad en el grado de autismo llega a no poder verbalizar ciertas cuestiones al no poder decir aquello que le ocurre puede autolesionarse; los adolescentes o adultos generalmente tratan de escapar a tal situación y muchas veces en ésta época pueden llegar a perderse en la dinámica de correr para evitar los ruidos. Corremos el riesgo de atravesar por situaciones muy extremas que ninguna familia quiere atravesar en ésta época.
Las personas neurodiversas que pueden verbalizar aquello que les sucede con los ruidos nos cuentan que la sensación es similar a un ataque de pánico para los neurotípicos; la sensación que se va a morir en dos minutos que sufren las personas con hipersensibilidad auditiva que a su vez tienen el trastorno del espectro autista”.
“Son aspectos que deberíamos cambiar, concientizarnos porque si nuestra diversión está haciendo mal a alguien tendríamos que modificar ese hábito porque hay otras maneras de divertirnos con más luces, burbujas, estrellitas, espuma, que también ayuda a pasarla bien sin hacer mal al prójimo”, subrayó.
Por último, manifestó: “Las familias utilizamos ciertas estrategias como la más extrema que es la medicación, está el uso de auriculares y otras se van a lugares más aislados para estar lejanos a la pirotecnia pero lamentablemente no todos cuentan con la posibilidad de acceder a la medicación o movilizar para irse lejos del ruido si no que la mayoría estamos en nuestros hogares, en la ciudad aunque siempre atentos a poder informar, buscar que haya más empatía de la sociedad aunque también necesitamos de una decisión política para que se pueda mejorar al respecto y se cumplan las leyes vigentes”.
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