Gimnasia y Esgrima se adueñó del Clausura y es el nuevo campeón de la Primera local.
Ocho años tuvo que esperar pero hoy Gimnasia puede decir que es el nuevo campeón que tiene el fútbol de Chivilcoy. Un campeón con todas las letras debido a que se adjudicó tanto la fase regular como asimismo la liguilla y de forma invicta merced a ganar la mayoría de los partidos que disputó en el segundo torneo del año, empatando solamente algunos.
En la final de la liguilla que se jugó este domingo, Gimnasia derrotó por 1 a 0 a Independiente con el tanto que convirtió Martín Gallo, en un partido caliente que terminó con 3 expulsados por equipo. La única emoción del partido llegó a los 32 minutos del complemento y le permitió a Gimnasia no solamente ganar el partido si no también adjudicarse el título de la categoría superior de nuestro fútbol.
Un partido donde lo planificado por un equipo y otro duró 3 minutos cuando lo expulsaron a Franco Caseres por una fuerte infracción sobre la humanidad de Tomás Rodríguez, correctamente el árbitro Nicolás Corrao decidió expulsarlo.
El juego tácticamente cambió aunque a Gimnasia se lo notaba nervioso en el arranque del encuentro yendo muy fuerte a disputar cada pelota y cometiendo reiteradamente infracciones, en cambio, Independiente comenzó a manejar la pelota y de a poco se fue acercando con peligro al arco de D’Adario hasta generar lo más claro en la faz ofensiva teniendo la posibilidad de abrir el marcador pero esta vez fue la excepción a la regla y dos cabezados en el área no se convirtieron en gol porque primero no pudo Valenti y luego cabeceó desviado Tomás Rodríguez. También Valenti aprovechó que la defensa rival quedó mal parada en un lateral y casi convierte pero a su remate careció de potencia.
Independiente jugaba mejor, trataba bien la pelota pero le costó mucho ser profundo para complicarle la tarde al arquero gimnasista.
En cambio, Gimnasia empezó a retrararse le costaba ganar el mediocampo y apelaba a alguna contra o jugada nacida con la pelota parada en el propósito de lastimar a Burello aunque nunca puso en aprietos el arco visitante.
Sobre el final del primer tiempo se equipararon en cuanto cantidad de jugadores en cancha debido a que fue expulsado Ignacio Valenti en Independiente por un pisotón al arquero de Gimnasia cuando éste ya tenía la pelota en su poder.
En el segundo tiempo, diez contra diez Gimnasia volvía a pelear el partido en el mediocampo pero la lesión de Pachecho volvió a complicarlo al ‘albiverde’ e Independiente a través de Alan Sosa otra vez acaparó el mediocampo, se adueñó de la pelota y de las insinuaciones ofensivas a partir de un buen ingreso de Lombardo pero pese a sus buenos desbordes, especialmente cuando avanzaba por izquierda, al rojo le costaba arrimarse con peligro sobre el arco de D’Adario y solamente pudo hacerlo a través de algún centro o un remate de media vuelta de Trejo aunque sin potencia para complicar al portero albiverde.
Hasta que, Gimnasia hizo un movimiento táctico que le salió muy bien debido a que envió a la cancha a Franco Cagnone por Martín Salinardi, defensor por delantero, una variante que a priori parecía estar más destatinada a cuidar el empate pensando en los penales, pero nada más alejado que ello porque con el ingreso de Cagnone adelantó en el terreno a Martín Gallo por izquierda y éste último fue quien terminó marcando el gol del campeonato.
Gimnasia estaba parado de contra y a través de algunas salidas rápidas ya había amagado con preocupar a la defensa de Independiente a través de Salinardi o de Gómez porque también fue de menor a mayor la tarea de Guglielmo en el mediocampo empezando a plantarse firme para recuperar pelotas.
De hecho, en el tanto de Gimnasia, Guglielmo la peleó y recuperó la pelota en el mediocampo, asitió a Nazareno Gómez quien puso un pase en cortada para la diagonal de Gallo que ganó la espalda de la defensa de Independiente y definió de manera impecable ante la salida de Burello para establecer el 1 a 0.
No se jugó mucho más a partir del gol de Gimnasia fueron más peleas entre jugadores que otra cosa. De hecho, cuatro futbolistas se fueron expulsados por agresiones: Benítez en Independiente y Guglielmo en Gimnasia por un enfrentamiento inicial al que se sumaron otros jugadores donde vieron la roja también Pascoaul por un golpe de puño a Gallo y Tobías Gardella, arquero de suplente de Gimnasia también por agresión a un rival. Gallo terminó el partido vendado por el corte que le provocó el golpe recibido.
En los minutos de adición, porque afortunadamente el partido pudo terminar ya sin más incidentes amén de algún entredicho, Independiente fue a buscar un empate que nunca encontró y cuando Corro pitó el final, desató ese festejo contenido en el pueblo gimnasista.
El festejo estaba preparado y aparecieron las remeras con el número 35 por la cantidad de títulos que aduce tener Gimnasia donde no faltaron los premios especiales, lo más esperado que fue poder levantar la Copa de Campeón en manos del capitán Mario Dauría acompañada por una suelta de papelitos y pirotecnia más la clásica vuelta olímpica.
Gimnasia cerró los festejos dominicales en el centro de la ciudad paseándose el plantel, dirigentes e hinchas en un camión con la Copa bien en alto por una nueva estrella merecidamente ganada.
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