“Fue una experiencia muy intensa y muy linda, ahora con el paso de los días observo mi actuación y me siento cada vez más satisfecha por lo hecho arriba del escenario”

La cantante de Chivilcoy, Male Arce se presentó en uno de los principales escenarios nacional de folklore, como es el ‘Atahualpa Yupanqui’ de Cosquín. Clasificó como una de las representantes de la provincia de Buenos Aires, de la subsede Alberti y su actuación fue en conjunto con Luciano Sarratea.

Male Arce con el acompañamiento de Luciano Sarratea en guitarra, cantó un chamamé de Teresa Parodi, “Mba E Pa' Doña Froilana” y después una zamba “Volveré siempre a San Juan”.

-¿Cómo fue tu paso por Cosquín?

-Es hermoso pero muy difícil también. Me pasó de sentirme confiada, tranquila, disfrutando pero una vez en Cosquín surgen otras sensaciones porque pienso en muchos discursos que escuché en relación al significado de ese escenario. Existe todo un acervo cultural discursivo alrededor de Cosquín porque pasaron todos loa grandes artistas del país como asimismo los sueños de todos los artistas del folclore.

Fue una experiencia muy intensa y muy linda, ahora con el paso de los días observo mi actuación y me siento cada vez más satisfecha por lo hecho arriba del escenario.

El certamen levanta su nivel a medida que avanza y es muy interesante donde se conoce a gente con una proyección impresionante en la faz artística, personas que hace 20 o 30 años concurre a Cosquín porque ama subirse a ese escenario y nos enriqueció un montón debido a que nos volvimos con un montón de contactos con artistas muy buenos. Regresé con vínculos, aprendizajes, autoaprendizajes como conocer los propios límites y entender qué nos falta mejorar ubicándome en tiempo y espacio.

-¿Por qué las canciones elegidas?

-En las competencias todo es difícil como suele ocurrir con la elección de las canciones. En mi caso, elegí ‘Mba'e pa' doña Froilana’ y el restante lo escogieron los jurados dentro de una lista de 6 que los artistas debemos presentar. En la canción ‘Mba’e pa’ doña Froilana’ porque suelo transmitir mucho y tiene muy buena recepción en el público. Lo escogí porque es un tema que tiene recitado, me pareció a mí y a Luciano Sarratea que era un tema competitivo desde ese punto de vista, mientras que, la zamba ‘Volveré siempre a San Juan’ tiene un arreglo muy lindo de Luciano que quisimos mostrar y por eso la agregamos entre las canciones. Es muy difícil elegir y ahora pienso a la distancia que ‘Mba’e pa’ doña Froilana’ es una canción de todas las que tenemos, la menos precisa a nivel arreglo y como es un tema de denuncia, es muy declaramatorio y de todas las que presentamos la guitarra más bien me sigue más que hacer un juego entre los dos. No obstante, terminó resultando contrario a aquello que el jurado esperaba porque me marcaron la falta de precisión entre la relación de la voz y la guitarra justo lo que consideramos es parte de la canción.

‘Volveré siempre a San Juan’ es un tema muy difícil, lo puse en la lista e incluso le dije a mi guitarrista que como es muy competitivo lo van a elegir y no cualquiera se sube a cantarlo. Los nervios jugaron y tuve muchas fallas pero pese a todo me sentí conforme porque pude desenvolverme sin que se bloquee mi libertad de expresar lo que significa para mí la música, el arte y el canto.

-¿A qué obedece el hecho de participar en competencias?

-A la competencia la tomo para ponerme a prueba desde lo personal pero no se si puede ir pensando en querer ganar porque son muchos los aspectos a tener en cuenta y aquello que pienso puede ser un fuerte termina en reproche de parte del jurado.

Concurro a las competencias porque me resulta difícil cantar bajo presión y entonces me pongo a prueba porque soy así, nunca pude estar en un lugar cómodo y por eso lo hago.

Son temas complicados de interpretar y después me pregunto por qué no fui con temas más sencillos pero este año concurrimos a mostrar lo que hacemos sin prepararnos para la competencia y se dio que fuimos al Pre Cosquín donde el jurado decidió que terminemos pasando. Sin embargo, hay una línea muy fina entre hacer aquello que una competencia requeriría y aquello que nos gusta hacer.

Realmente cuando varias personas de Chivilcoy se enteraron de mi participación en Cosquín se generó toda una movida, mucha gente maravillosa que nos transmitió mensajes de amor desde que superamos el Pre Cosquín, me ubicaron en un lugar de querer ganar por todos ellos y ahí se produce  un cortocircuito en mi cabeza como artista, es difícil, complejo pero hermoso al mismo tiempo.

Hace cuatro o cinco años ya cantaba pero no tenía mucha oportunidad de hacerlo porque no es fácil organizar un evento propio, es mucho trabajo y en un año podía cantar una o dos veces, entonces ir a los festivales me servía para cantar y tener la oportunidad. En ese camino de ir para moverme me empecé a dar cuenta de cuánto me costaba, entonces ahora concurro para autosuperarme y corroborar si me cuesta cada vez menos, por éste motivo concurro porque no creo que el arte sea para competir y no me interesa ganar sí el ir profesionalizándome en relación a poder cantar en cualquier lado, bajo cualquier circunstancia de la mejor manera que pueda hacerlo.

-¿Es lo mismo cantar delante un jurado que ante el público?

-Para mí es duramente distinto cantar delante de un jurado que delante de un público pero me gustan los desafíos en la vida, por eso concurro a las competencias de los festivales. En los últimos años fui logrando sentir que era yo porque en los últimos años cuando me presentaba en una competencia realmente sentía que era otra persona no la artista de los conciertos propios que se mueve con soltura en el escenario sin miedo a nadie y la otra Male Arce que ante un juzgado me siento juzgada pero no solamente por el jurado si no porque todo el público presente de alguna manera también te está juzgando porque son los competidores.

Está bueno y es un ejercicio que te pone a prueba donde Luciano (Sarratea) me decía que si podíamos tocar bien ante semejante presión no podíamos pedir mucho más. En diciembre realicé un espectáculo en El Portal del Tango donde estuve en todo mi esplendor pero la competencia es divertida y ponerme a prueba.

-¿Te gustaría volver a Cosquín?

-Me gustaría ir nuevamente porque quisiera subirme al escenario con menos nervios y la única manera de hacerlo es ir sumando experiencia. Asimismo, está el camino que venimos construyendo desde el año anterior con Luciano (Sarratea) y el repertorio que estuvimos armando, es hermoso y tiene su propio andar que va más allá de Cosquín. Tenemos ganas de hacer algunas fechas en Chivilcoy con amigos, con invitados. Seguramente grabar algunos temas más y poder subirlos a otras plataformas como spotify, trabajar al respecto y empezar a salir a tocar a ciudades vecinas con nuestro proyecto, así que estamos con varias ideas.

-¿Ahora a la final nacional de Baradero con el tango?

-El 2 de febrero tengo la final nacional como interprete de tango y pensaba que la desprolijidad que tengo por mi forma de ser me parece que se capitaliza mejor en el tango, hay algo en su estilo que permite más ese juego. En la final nacional probablemente haya 1 o 2 representantes por provincia, somos muchísimo en el rubro pero voy a dar lo mejor, ponerme a prueba y disfrutar con la maravillosa familia que me acompaña. Tuve que cantar dos tangos en las dos instancias que me presenté, primero en la subsede que se lleva a cabo todos los años en Moquehuá y en la Final Provincial otras dos canciones y en la Final Nacional también. No es necesario cantar los mismos tangos, en ese aspecto Baradero no es tan estricto como otros festivales, aunque en mi caso interprete diferentes tangos en ambas instancias que fueron ‘Corazón al Sur’ y ‘Malena’  y ya en la Final Provincial canté ‘Sueños de Barrilete’ y ‘Siempre se vuelve a Buenos Aires’. Todavía no decidí que tangos voy a cantar en la Final Nacional.

No es mi meta llegar a cantar en el Festival principal ya que no tiene sentido ilusionarse pero quedé seleccionada entre los mejores de la provincia aunque sinceramente no buscaba nada simplemente ir a cantar y tratar de hacerlo cada vez mejor.