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“Es difícil de poner en palabras lo que se siente, pero considero que es un premio al esfuerzo”, sostuvo la bicampeona.

El Club Atlético Argentino se consagró recientemente bicampeón de la Liga Juninense de Basquetbol en la Primera División. El equipo de nuestra ciudad acabó con un reinado de San Martín de Junín, rival que superó en las últimas dos definiciones que disputaron para escribir su nombre entre los ganadores de títulos de la exigente competencia regional.

‘Persevera y triunfarás’ es la mejor definición que le cabe a la institución local con un título que llega por causalidad después de sostener durante años un proceso de trabajo y crecimiento con una fuerte apuesta al básquet femenino que ahora empezó a pagar muy bien deportivamente.

Las sensaciones del bicampeonato con una referente del básquet femenino de Chivilcoy, Melina Beatrice, porque pese a su corta edad hace 20 años que practica la disciplina y hoy se da el gusto de estar en la cima de la Liga Juninense.

 

El crecimiento deportivo...

Es difícil de poner en palabras lo que se siente, pero considero que es un premio al esfuerzo. En la faz personal hace más de 20 años que vengo jugando al basquet, así que venimos compitiendo y realizando un esfuerzo desde hace algunos años, teniendo en cuenta que Argentino además es el único club que tiene femenino donde en ocasiones se hace difícil de sostener pero a partir de los logros obtenidos vamos creciendo a partir también que la gente se va acercando cada vez más.

El crecimiento que tuvimos tanto en el aspecto basquetbolístico como asimismo en materia de resultados se lo atribuyo al tiempo que pasamos en el club y dedicamos al deporte. En cualquier disciplina que se practique para hacerla bien depende del tiempo que se le dedique y que ese tiempo sea de calidad, estar concentrado en ese proceso, en ese camino y no abandonar.

 

No ingresar a play off al bicampeonato

En nuestro caso pasamos aproximadamente por 8 años de no competir en Primera, en relación a estar sin ingresar a un  play off, aunque actualmente las cosas nos empezaron a salir, de la misma manera que fuimos encontrando los resultados y estar dos torneos sin perder ningún partido, pudiendo lograr un bicampeonato que para mí es increíble.

Hay un grupo muy sólido que nos permitió seguir adelante siempre porque amén del deporte en general, compartimos muchos momentos, son muchos años conviviendo con la misma gente que nos permitió siempre darle hacia adelante y ahora, estar disfrutando de un bicampeonato de forma invicta que equivale a convertir el sueño en realidad.

 

La definición y el querer ser bicampeonas

Un equipo muy sólido y San Martín, antes de perder con nosotras, hacía 5 años que no conocía la derrota que es muchísimo, mientras que, el primer partido que le ganamos y si bien fue por dos puntos, lo sentimos como un quiebre en nuestra trayectoria, resultó un antes y un después donde nos empezamos a hacer más fuertes mentalmente y en la faz deportiva, empezando a jugar cada partido como una final y quedó demostrado en el último juego principalmente en el aspecto anímico. En la última final que disputamos, llegamos a sacar una ventaja de 30 puntos que es muchísimo para una final y más teniendo en cuenta que en el juego anterior a la definición, cuando nos enfrentamos cerrando la fase regular lo ganamos por 9 sin sobrarnos nada.

Sin embargo, en la definición salimos a ser bicampeonas, con ese ímpetu. El hecho que todas las jugadoras tengamos un buen partido estimo que obedeció a la concentración previa al partido porque si bien durante la fase regular fuimos alternando los buenos partidos en cuanto a las diferentes integrantes del plantel, pero en la final tuvimos un buen partido todas que se reflejó en la faz colectiva del equipo. De hecho, convertimos 23 puntos en el primer cuarto que para el básquet femenino es demasiado como asimismo poder sostenerlo porque si bien jugamos de local a cancha llena, toda la gente a nuestro favor pero la sensación de disputar una final y no perder la cabeza, es una tarea complicada pero lo pudimos sostener. No obstante, salimos a la cancha con mucha confianza en nuestro juego e hizo que pudiéramos mantener una buena diferencia.

 

Entender y desarrollar el rol de cada una...

En defensa, actitudinalmente es lo que más nos destaca porque defendemos cada pelota como si fuera la última y es muy importante para después jugar en ataque más tranquilas así actuar con mayor claridad. Además, en ataque tenemos a Agustina Curioni a quien le damos la pelota y ella resuelve, cuando no puede estamos las demás para hacerlo pero en ofensiva tenemos una pieza muy clave que tiene mucho talento. Cada una entendió muy bien el rol que tiene en el equipo, es mérito del cuerpo técnico y esa confianza viene de años.

Las jugadoras foráneas que se sumaron al plantel tienen una predisposición enorme porque una de nuestra refuerzo vive en Saladillo y tiene en ocasiones que viajar a jugar a Pergamino que es muy lejos y también la tenemos a ‘Mica’ que es de Junín y cuando jugamos de local terminamos jugando de visitante ya que deben acercarse hasta Chivilcoy. Por una cuestión económica y de tiempos, se nos complica entrenar todas juntas pero poder incluirlas al equipo y fluir como lo hacemos, solamente tengo palabras de reconocimiento para con ellas que se adaptaron muy bien al equipo pero también al club.

Cada una entendió muy bien el rol que tiene en el equipo y es mérito del cuerpo técnico, confianza que se fue adquiriendo con el paso de los años, la clase de entrenamientos que realizamos, juntarnos previamente a un partido.

 

Una Liga exigente

El campeonato es exigente, enfrentar a rivales duros, en canchas complicadas, jugando incluso entre semana para dar una seriedad al torneo así separar a la Primera femenina de la tira de inferiores, viajábamos un jueves a las 21 de visitante que conlleva un desgaste físico y mental es importante pero igualmente poder sostener la diferencia tanto basquetbolística como física, asimismo una fortaleza mental e ingresar a disputar cada partido como si estaríamos en casa, nos permitió jugar y ganar nuevamente una final.

 

El bicampeonato...una consecuencia

Cuando arranqué a jugar al básquet éramos 2 en el club, 4 contando a las ‘melli’ Aiello,  que en mi caso empecé a practicar la disciplina por vivir en el barrio cuando un día ingresé al club para empezar a tirar al aro y cuando transitaba la escuela primaria, Agustina (Curioni) se quedó un día a jugar a mi casa y ahí empezó todo debido a que la mamá estaba trabajando y no podía ir a buscarla, en mi caso tenía que ir a entrenar al club y lo mejor que se me pudo ocurrir en la vida fue invitarla a entrenar conmigo a Argentina, fue un camino de ida y seguimos recorriendo juntas así que muy felices. Pasamos por un montón de cosas durante dos décadas, jugamos muchos torneos, competimos a nivel profesional, Agus tuvo la posibilidad de jugar en el orden internacional y son todos logros que se fueron construyendo por dedicación y perseverancia.

El bicampeonato es una consecuencia a persistir también porque en mi caso son 20 años de estar en el club y seguir vigente es muy difícil debido a que la mayoría de las personas no están acostumbradas a una nena de 3 o 4 años enviarla a jugar al básquet pero a partir de la visibilización que estamos dando a la disciplina hace que tengamos 30 nenas de entre 11 y 13 años jugando, queriendo competir, creciendo y pasando tiempo en el club que a las más grandes nos brinda mucha satisfacción.

 

Mantenerse arriba...

Tenemos mucho hambre de gloria, las ganas e inteligencia para saber como jugar cada partido, resolver ciertos partidos y actuar en canchas con toda la gente en contra, pero también a favor y tenemos que seguir enfocándonos en entrenar, seguir haciendo crecer las jugadoras de divisiones inferiores para en nuestro caso también conservar nuestra fortaleza mental para seguir dando alegrías al club, a la gente que nos acompaña y también disfrutar de este buen momento como equipo.



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