Cementerio Municipal: Inversión que se nota.
En un contexto económico difícil el aumento de tasas e impuestos siempre produce reacciones adversas, aunque siempre es más justificable el aumento de una tasa porque es el pago a una contraprestación de servicios. En 2021 la Municipalidad local creo la tasa de "conservación del cementerio" provocando quejas y reclamos de algunos, pero convalidado por la mayoría de Concejo Deliberante. A tres años de su aplicación y viendo objetivamente los resultados, bien puede decirse que la recaudación de esa tasa ha sido destinada íntegramente a su fin específico. Ingresar hoy al cementerio local es advertir un cambio notable desde antes de su cobro a la realidad actual. Ambos accesos se muestran impecables con paredes restauradas y pintadas.
Accediendo por el acceso a la avenida de los Fundadores, desde ese mismo lugar pueden observarse el frente totalmente hidrolavado, con un aspecto que desde hace décadas no se veía. Enseguida nomás, a un costado, la capilla totalmente restaurada. Dejando atrás el hall de entrada y al caminar por la calle central puede observarse nítidamente la puesta en valor de varias bóvedas históricas, entre ellas la del primer director del Hospital Municipal, doctor Santiago Fornos.
Pintura a fondo de varios pabellones de diferentes instituciones de operarias, como así también de la morgue y el osario, son otras muestras más de las grandes mejoras que se han concretado.
Si el ingreso se realiza por lo que se denomina la entrada nueva y observando hacia adelante y hacia los costados, realza notablemente las paredes con sus revoques restaurados y totalmente pintadas. Además, como en el otro sector, el aspecto de las lápidas se exhibe limpio y pulcro.
Vidrios de claraboyas, nuevas chapas e impermeabilización de techos, también ha sido una tarea que demandaba atención y ahora se muestra en estado óptimo. También la falta de agua se ha solucionado con la reparación y tendido de nuevas cañerías. Otra imagen por demás llamativa es el césped cortado regularmente y las sepulturas en tierras nítidamente diferenciadas con sus cruces pintadas de blanco.
No solo en esta etapa de conservación se ha dotado al cementerio de mantenimiento, sino también se ha priorizado la seguridad. La instalación de cámaras de vigilancia en las entradas, el mejoramiento del estacionamiento y el bacheo de la calle Hilario López, el incremento de luminarias en el interior y exterior y la iluminación de varios pabellones son muestras cabales de la transformación edilicia que denota el cementerio.
Párrafo aparte merece la construcción de un elevador construido sobre el sector de la entrada nueva que habilita la planta baja con la planta alta donde se hallan los viejos nichos municipales con los con las más nuevos que en su momento construyeron empresas funerarias locales. Una obra millonaria, muy requerida y felizmente concretada.
Indudablemente, la tasa municipal que se creó para la “conservación del cementerio” ha sido destinada en exclusividad para ese fin a pesar que de los 130 pesos iniciales a los 720 que se pagan hoy, en relación al dólar, ha perdido un valor del 20 por ciento, pero aun así la voluntad de continuar invirtiendo en el mejoramiento de un lugar tan caro a los sentimientos de la gente, es una iniciativa que hay que mantener a pesar de las quejas iniciales de unos pocos.
Especial para La Campaña, por Carlos H. Lapenta
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