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EFEMÉRIDES DEL MES DE JUNIO: 17 DE JUNIO ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL GENERAL GÜEMES

  • Foto del escritor: dlcchivilcoy
    dlcchivilcoy
  • 16 jun 2020
  • 4 Min. de lectura

GÜEMES, EL ESCUDO DEL NORTE

(1ª Parte).

Martín Miguel de Güemes nació en la ciudad de Salta el 8 de febrero de 1785 en el seno de una familia acomodada, lo que le permitió educarse. Algo que era un lujo en su tiempo reservado sólo para los ricos. Alternó sus estudios con los conocimientos de las labores del campo adquiridos en la finca de su familia.

A los catorce años se incorporó al Regimiento Fijo de Infantería, cuyo cuartel general estaba en Buenos Aires, pero tenía un batallón en Salta desde 1781, cuando intervino en la represión de la rebelión de Túpac Amaru II.

Este batallón fue trasladado a Buenos Aires en 1805 ante la amenaza de invasión de los ingleses, que finalmente se concretó en 1806. Episodio que se conoce como Primera Invasión Inglesa. En esas circunstancias Güemes protagonizó la primera hazaña de su vida, al ver que el buque inglés “Justine” había encallado por una bajante repentina del río, condujo una carga de caballería y lo abordó. Fue una de las contadas ocasiones en que un barco de guerra fue capturado por una partida de caballería.

Al año siguiente, al producirse la Segunda Invasión Inglesa, participó en la defensa de Buenos Aires.

Por razones de salud, ya que el clima de Buenos Aires afectaba su sistema respiratorio. Particularmente en otoño. Pidió y obtuvo licencia para regresar a Salta. En dicha ciudad, en 1808 se incorporó como cadete del Regimiento de Infantería y teniente del Cuerpo de Granaderos de Liniers, creado durante las Invasiones Inglesas.

Después de producida la Revolución de Mayo de 1810, la Primera Junta envió la Primera Expedición Auxiliadora al Alto Perú.

Güemes, como integrante del Ejército del Norte, fue puesto al mando de un escuadrón gaucho destacado en la Quebrada de Humahuaca (Jujuy) y los valles de Tarija y Lípez. Desde allí interrumpió las comunicaciones entre los contrarrevolucionarios y los realistas. En la batalla de Suipacha, librada el 7 de noviembre de 1810 y que fue el único triunfo de las armas patriotas durante esta primera expedición, su participación con el grado de capitán fue decisiva.

Permaneció en la zona de la Quebrada hasta después de la derrota del Ejército del Norte en la Batalla de Huaqui, el 19 de junio de 1811, y ayudó a los derrotados que se batían en retirada; allí comenzó su guerra de guerrilla, destinada a privar de recursos al enemigo. Con la cual ralentizó el avance de las partidas realistas antes de la llegada del grueso del ejército, que comandaba el general Pío Tristán.

Con su ayuda, el general Juan Martín de Pueyrredón atravesó la selva oranense y salvó los caudales de la Ceca [1] de Potosí, impidiendo que cayeran en poder de los realistas.

En febrero de 1812, Manuel Belgrano fue nombrado por el Primer Triunvirato jefe del Ejército del Norte en reemplazo del general Juan Martín de Pueyrredón.

Cuando Belgrano asumió el mando inició la Segunda Campaña al Alto Perú. Pero a raíz de una discusión sobre mujeres entre oficiales bajo su mando, en la que estuvo involucrado Güemes ordenó su traslado a Buenos Aires por indisciplina. Como consecuencia de esta situación Belgrano se vio privado de contar con la ayuda de este líder de los gauchos y hombre muy conocedor de la zona donde se iba a combatir.

Mientras Belgrano desarrolló su campaña Güemes permaneció en la capital, agregado al Estado Mayor General.

Pero al conocerse en Buenos Aires la derrota sufrida por Belgrano frente a los realistas en la batalla de Ayohuma, fue removido de su cargo en enero de 1814 y debió dejar el mando del Ejército del Norte al entonces coronel José de San Martín.

Mientras tanto Güemes fue ascendido a teniente coronel y enviado al norte, para incorporarse a las divisiones de caballería de dicho ejército. San Martín lo puso al mando de la vanguardia. Güemes se presentó en Salta como protector de los pobres y el más convencido partidario de la revolución. Pero no logró nuevos aportes de recursos por parte de los sectores adinerados. Su hermana María Magdalena "Macacha" Güemes pasó a convertirse entonces, en una de sus principales colaboradoras.

Al poco tiempo asumió el mando de las partidas que operaban en el Valle de Lerma donde está la ciudad de Salta. Allí dio comienzo a la Guerra Gaucha contra los realistas, ayudado por otros caudillejos, como Luis Burela, Apolinario Saravia, José Ignacio Gorriti y Pablo Latorre. Junto a ellos inició una larga serie de enfrentamientos casi diarios, que consistían en cortos tiroteos seguidos de retiradas. En esas condiciones, sus fuerzas aunque eran poco instruidas en tácticas militares y estaban mal equipadas, tenían un gran conocimiento del terreno y estaban apoyadas por la población. Esto les permitió causarle muchas pérdidas al ejército realista. El cual fue sorprendido por esta guerra de recursos o de desgaste, para la cual no estaba preparado, ya que había sido entrenado para librar batallas regulares como las que se libraban en Europa durante las guerras napoleónicas.

Con sus tropas formadas por gauchos del campo, rechazó el avance del general Joaquín de la Pezuela y posibilitó el inicio de una nueva ofensiva hacia el Norte: La Tercera Campaña al Alto Perú, que estuvo al mando del general José Rondeau. Un jefe arrogante, que tuvo un trato despectivo para con Güemes y su gente.

No obstante, Güemes al principio lo toleró y acompañó. Una vez más tuvo un papel destacado en la única victoria que obtuvo esta expedición, que fue la batalla de Puesto del Marqués.

Pero, disgustado por el desprecio que mostraba Rondeau por sus fuerzas y por la indisciplina del ejército, se retiró del frente hacia Jujuy. Se dio cuenta que el Ejército del Norte en esas condiciones sería derrotado y, en ese caso, necesitaría a sus hombres. Al pasar por Jujuy se adueñó del armamento de reserva del ejército; al enterarse, Rondeau lo declaró traidor.

Güemes, tenía sus propios planes y ambiciones políticas, regresó a Salta porque deseaba desplazar al partido conservador del gobierno salteño, y aspiraba a ejercerlo él mismo. La caída del Director Supremo de las Provincias Unidas del Río de la Plata, Carlos María de Alvear, favoreció su proyecto porque el gobernador intendente Hilarión de la Quintana que había sido nombrado por Alvear perdió autoridad, además, no se hallaba en Salta en ese momento, porque había acompañado a Rondeau en su avance hacia el Alto Perú.

Por Rubén Osvaldo Cané Nóbile

Cita

1º) - Una ceca es un lugar donde se fabrica o emite moneda.

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